En medio de una creciente tensión política, trabajadores del Poder Judicial han intensificado sus protestas en las afueras de la Cámara de Senadores en la Ciudad de México, oponiéndose firmemente a la propuesta de reforma judicial impulsada por el gobierno. A lo largo de los últimos días, el movimiento ha ganado fuerza con la incorporación de más jueces y magistrados, quienes expresan su preocupación por los posibles efectos negativos de esta reforma sobre la independencia del sistema judicial mexicano.
Delegaciones provenientes de diversas entidades, entre ellas Michoacán, Guanajuato, Jalisco, Chihuahua, Sonora, Estado de México y San Luis Potosí, han arribado a la capital del país para unirse al plantón frente al Senado. Los manifestantes argumentan que la reforma judicial atenta contra la autonomía del Poder Judicial, lo que, en su opinión, pondría en peligro la estabilidad democrática de México.
El Magistrado Froilán Muñoz Alvarado, representante de Michoacán, declaró que esta reforma podría generar una crisis en el sistema de justicia del país: «La independencia judicial es un pilar fundamental de cualquier democracia. Si permitimos que esta reforma avance, se corre el riesgo de que los jueces pierdan su capacidad de actuar con imparcialidad, lo que afectará directamente a la ciudadanía».
En un acto de resistencia, los trabajadores del Poder Judicial han levantado un campamento a lo largo de Paseo de la Reforma, donde han instalado tiendas de campaña para permanecer de manera indefinida. Durante el día, el ambiente es de constante agitación: los manifestantes entonan consignas, portan pancartas y exhiben mantas con mensajes que exigen el respeto a la autonomía judicial.
El tránsito en la zona ha sido afectado, pues los manifestantes buscan visibilizar su causa ante los automovilistas y transeúntes. Frases como «No a la reforma inconstitucional» y «Defendamos la justicia independiente» se leen en las pancartas que ondean a lo largo de la avenida.
La propuesta de reforma judicial ha sido objeto de intenso debate en los últimos meses. Sus críticos, como los trabajadores del Poder Judicial, argumentan que el proyecto busca reducir la autonomía de los jueces, lo que permitiría una mayor intervención del Poder Ejecutivo en decisiones judiciales clave. Para ellos, esto vulneraría los principios constitucionales y el equilibrio de poderes.
«Este no es solo un problema para los jueces, es un problema para todos los ciudadanos», señaló un juez proveniente de Guanajuato, quien pidió permanecer en el anonimato por temor a represalias. «Si el Poder Judicial pierde su independencia, el sistema democrático también se verá comprometido».
Por otro lado, defensores de la reforma argumentan que esta busca hacer más eficiente el sistema de justicia, eliminando posibles prácticas corruptas y asegurando una mayor transparencia. No obstante, los manifestantes insisten en que estos cambios responden más a intereses políticos que a una verdadera intención de mejorar el sistema judicial.
A medida que el plantón frente al Senado continúa, los trabajadores del Poder Judicial aseguran que no cesarán su protesta hasta que el gobierno retire o modifique sustancialmente la propuesta de reforma. El campamento se ha convertido en un símbolo de resistencia, y la incertidumbre sobre el futuro de esta reforma ha generado una creciente atención mediática.
En tanto, el gobierno federal ha mantenido una postura de diálogo, aunque hasta ahora no se ha logrado ningún acuerdo que satisfaga las demandas de los manifestantes. «Nuestra lucha no es solo por nosotros, sino por el país», declaró una trabajadora judicial de Jalisco. «Seguiremos aquí hasta que se garantice la independencia del Poder Judicial».
El desarrollo de esta situación será clave en los próximos días, ya que el desenlace de este conflicto podría marcar un precedente para futuros cambios en las instituciones democráticas del país.
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