El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, rechazó este viernes las declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien responsabilizó a Estados Unidos por la reciente ola de violencia en varios estados de la República. En su intervención durante una conferencia en el Consulado General de Estados Unidos en Ciudad Juárez, Salazar defendió la postura de su país y subrayó la necesidad de cooperación entre ambas naciones para enfrentar la creciente inseguridad.
«No se puede culpar a Estados Unidos»
Ante los recientes comentarios de López Obrador, quien señaló al gobierno estadounidense como corresponsable de los episodios violentos en Sinaloa, Salazar fue enfático: «No se puede entender cómo puede ser la responsabilidad de los Estados Unidos las masacres que vemos en diferentes lugares, como lo que se vio en Morelos o lo que se está viendo en Sinaloa. Eso no es culpa de los Estados Unidos». Sus palabras marcaron un punto de distanciamiento respecto a las afirmaciones del mandatario mexicano.
El diplomático también reconoció que «hay un problema de inseguridad y violencia» en México, y reiteró la importancia de la cooperación binacional para enfrentar estos desafíos. «La realidad es que ambos países tendrán que trabajar juntos para resolver esta situación», afirmó.
AMLO apunta a EE. UU. por la violencia en Sinaloa
El origen de este cruce de declaraciones radica en las afirmaciones que López Obrador hizo el jueves durante su conferencia matutina. En ella, una reportera le preguntó directamente si consideraba a Estados Unidos corresponsable por las jornadas violentas en Sinaloa, que ha dejado al menos 48 muertos en los últimos días. El presidente respondió afirmativamente, argumentando que las acciones de Estados Unidos contribuyeron a esta situación.
«Sí, claro que sí, por haber llevado a cabo ese operativo. Nada más que vayan internalizando que no se puede actuar así sin tomar en cuenta al gobierno de México», afirmó López Obrador, en aparente referencia a operativos de seguridad realizados por agencias estadounidenses en suelo mexicano o en colaboración con autoridades locales.
La sombra del T-MEC en la relación bilateral
Más allá de la discusión sobre la violencia, Salazar también advirtió sobre los posibles impactos de la actual reforma judicial en México en la estabilidad económica y comercial entre ambos países. Durante una rueda de prensa en Chihuahua, el embajador sugirió que los cambios en el sistema judicial podrían poner en riesgo la certidumbre que sustenta el Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
«La relación económica necesita tener certidumbre», comentó Salazar, refiriéndose a la importancia de un marco legal sólido para los inversionistas. «Si no tenemos esa certidumbre, la base del T-MEC se va a desvanecer», añadió, destacando la urgencia de abordar esta cuestión en los próximos meses.
No obstante, el diplomático fue cuidadoso al aclarar que respeta la soberanía de México y su Constitución. Aunque su postura respecto a la reforma judicial se mantiene firme, subrayó que cualquier acción en este ámbito debe llevarse a cabo dentro de los marcos legales y constitucionales establecidos por el país.
Un desafío compartido
Las declaraciones de Ken Salazar reflejan la compleja dinámica entre México y Estados Unidos en materia de seguridad y comercio. Si bien ambos países enfrentan problemas de violencia, el embajador dejó claro que la responsabilidad no puede atribuirse de manera unilateral a uno u otro lado de la frontera.
La colaboración bilateral será clave en el futuro inmediato, tanto para reducir la violencia como para asegurar la estabilidad económica bajo el T-MEC. Sin embargo, las tensiones políticas y las diferencias en enfoques sobre temas críticos como la seguridad y la justicia podrían seguir tensando las relaciones entre los dos países en los próximos meses.
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