El Partido Laborista ha arrasado en las elecciones generales del Reino Unido celebradas este jueves. Keir Starmer tomará posesión como primer ministro, marcando el fin de 14 años de gobierno del Partido Conservador. El nuevo partido gobernante contará con más de 400 escaños en un Parlamento de 650, asegurando una mayoría significativa de al menos 160 escaños.
El colapso histórico de los «Tories»
El Partido Conservador ha sufrido su peor derrota en 200 años, con un resultado devastador que deja a los laboristas con una mayoría abrumadora. Este vuelco es comparable a la victoria de Tony Blair en 1997, que hasta ahora era la mayor en la historia laborista. Los conservadores, que habían obtenido una contundente victoria bajo el liderazgo de Boris Johnson hace cinco años, ahora enfrentan una caída drástica.
«Esta noche la gente ha hablado aquí y alrededor del país, están listos para el cambio, para terminar la política del espectáculo y volver a la política como servicio público. El cambio empieza aquí mismo porque ésta es su democracia, su comunidad y su futuro. Habéis votado. Ahora nos toca cumplir», declaró Starmer en un discurso de madrugada en Londres, tras la confirmación de su victoria.
Resultados y cambios significativos
Los laboristas han pasado de 202 escaños en 2019 a 410 en las elecciones actuales, mientras que los conservadores han caído de 365 a 144, según estimaciones de la BBC. Para gobernar en el Reino Unido se necesita una mayoría de 326 escaños, lo que demuestra la contundencia de la victoria laborista. Varios ministros del gobierno conservador de Rishi Sunak han perdido sus escaños, aunque Sunak ha logrado retener el suyo. Penny Mordaunt, una de las figuras destacadas del partido, también ha perdido su asiento, tras su esperada dimisión por los resultados adversos.
Los liberaldemócratas también han experimentado un crecimiento significativo, pasando de 11 escaños a 58, capturando votantes de los tories en áreas tradicionalmente conservadoras del sur de Inglaterra, incluido el simbólico Woodstock.
La irrupción de Nigel Farage y la caída del SNP
El líder de la extrema derecha y exlíder del partido del «Brexit», Nigel Farage, ha conseguido finalmente un escaño en la Cámara de los Comunes después de siete intentos fallidos. Su partido, Reform, ha logrado cuatro escaños, mucho menos de lo anticipado.
El Partido Nacionalista Escocés (SNP), que aboga por la independencia de Escocia, también ha sufrido una importante derrota, reduciendo su representación de 48 a ocho escaños. El resto de los escaños se distribuyen entre los verdes, los nacionalistas galeses y los partidos de Irlanda del Norte.
Desafíos y promesas de Starmer
Starmer, abogado de derechos humanos y político de 61 años, será el primer laborista en ocupar Downing Street desde la salida de Gordon Brown en 2010. Hereda un país que lucha por recuperarse de la pandemia, con un crecimiento económico lento, salarios estancados, falta de inversión en infraestructuras y largas listas de espera en el sistema de salud pública.
El panorama actual es muy distinto al optimismo tecnológico y económico que marcó la victoria de Blair en 1997. Starmer se enfrentará a un Reino Unido con limitaciones presupuestarias, aislado de sus vecinos europeos y sin acceso a los fondos de la UE. A pesar de estos desafíos, su programa se centra en mejorar la vida cotidiana: reducir las listas de espera en la sanidad pública, aumentar la financiación para las escuelas, construir más de un millón de viviendas y reparar un millón de baches al año.
Además, el nuevo gobierno laborista planea fundar una empresa pública para invertir en energías renovables, eliminar el veto a las turbinas eólicas terrestres y acercarse a la UE para un pacto de seguridad energética. También se compromete a reconocer a Palestina como Estado y a firmar más acuerdos de política exterior y defensa con países de la UE. Sobre el «Brexit», Starmer buscará ajustes en los acuerdos existentes para facilitar el comercio y la movilidad de los músicos británicos en Europa.
You must be logged in to post a comment Login