Cáncer infantil en Sonora mantiene cifras igual a la media nacional

En Sonora la estadística de cáncer infantil no es muy diferente a la media nacional, en promedio en la entidad se diagnostican alrededor de 100 a 120 niños al año con este padecimiento, así lo dio a conocer la doctora Martha Elena Chávez.

Sobre las causas que pueden llevar a padecer esta enfermedad en este grupo de la población en particular, la Oncólogo pediatra explicó que, en menores, a diferencia de la población adulta, no están formalmente claros y establecidos factores de riesgo ambientales, para condicionar la presencia de algún tipo de tumor.

Detalló que, en la población infantil hay una interacción compleja de factores genéticos y ambientales, de los primeros se pueden mencionar síndrome down, neurofibromatosis, síndrome li fraumeni, antecedente familiar de retinoblastoma hereditario.

Proyecto de nutrición oncológica ayuda a niñas y niños a superar cáncer infantil 

En cuanto a factores ambientales, la radiación ionizante, o durante el embarazo en la madre del paciente, algunos pesticidas, e incluso ciertos tipos de infecciones juegan un papel importante como el virus ebstein bar, VIH y hepatitis, continuó.

Un aspecto que poco se toca, dijo, es el riesgo incrementado de los pacientes inmunocomprometidos(por enfermedades reumáticas o autoinmunes o por el mismo tratamiento para el cáncer), que incrementa la susceptibilidad a otro tipo de tumores, principalmente linfoma.

Sobre el tratamiento para el cáncer infantil manifestó que las opciones son muchas, “yo siempre les digo, que afortunadamente siempre hay algo que hacer, desde acompañar, tratar y vigilar”.

Mencionó que los tratamientos van desde la quimioterapia, que puede ser tomada, intravenosa o intramuscular, la radioterapia, terapia dirigida, la cual es un tratamiento muy novedoso que está desarrollado para ir a atacar específicamente una molécula o un gen que favorece el crecimiento tumoral.

La Oncóloga pediátrica destacó que, en algunas patologías la cirugía tiene un papel muy importante, desde diagnóstico hasta curativo.

Añadió que también existen tratamientos como la inmunoterapia, poco mencionada generalmente, pero en tumores supra renales como neuroblastoma, tiene un papel crucial permitiendo “activar” al propio sistema inmunológico para atacar el cáncer, el trasplante de médula ósea ya sea del mismo paciente o de alguien diferente y la terapia de soporte que debe ir de la mano desde el primer día con el acompañamiento por parte de nutrición, psicología o psiquiatría, y todo el equipo multidisciplinarioque aportan cada uno desde su área y que, sin el trabajo en equipo, no se conseguiría el éxito que se tiene.

El cáncer infantil es curable si se detecta a tiempo

La Secretaría de Salud Sonora (SSA) señaló que los tipos de cáncer infantil más comunes son leucemias, linfomas y tumores del cerebro, y las edades más frecuentes son entre los 3 a 5 años y de 9 a 12 años.

Recordó que es importante llevar a los menores con expertos en el tema como oncólogos, mismos que se encargan de realizar los estudios especializados para confirmar o descartar esta enfermedad, la cual es curable si se detecta a tiempo y en las primeras etapas.

Por ello la dependencia de salud exhortó a madres y padres de familia a estar atentos ante las señales de alarma que indiquen que el menor tiene algún problema de salud.

¿Cuáles son los signos más frecuentes?

Los signos y síntomas de este padecimiento son en general señales de dolor, lesión o enfermedad que indican que algo está pasando dentro del cuerpo del menor, pueden ser causados por diferentes enfermedades, por lo que es importante acudir al médico.

Los síntomas más frecuentes que se pueden detectar son:

-Fiebre, es decir, un aumento de la temperatura por encima de los 38 grados centígrados sin causa aparente durante más de siete días y que no cede aún con la toma de medicamentos.

Sangrados o moretones sin justificación que pueden aparecer mientras la niña, niño o adolescente juega o realiza actividades normales.

Palidez palmar o conjuntival severa recurrente, es decir, disminución o pérdida del color de la piel o las mucosas.

Dolor, que en algunos casos puede iniciar junto con el cáncer y depende de la localización y frecuencia como en hueso y articulaciones, en ocasiones puede estar acompañado de vómito.

-Dolor de cabeza constante que no desaparece aún con la toma de medicamentos, sobre todo si se presenta asociado a náuseas y vómitos, principalmente por las noches.

Cansancio o agotamiento, que a pesar de los periodos de descanso no mejora.

Pérdida de peso excesiva no intencionada e inexplicable en un corto período de tiempo.

-Presencia de masas o crecimiento de tejido que es posible sentirlo y/o palparlo desde la superficie de la piel.

Reflejo anormal blanco en uno o ambos ojos al realizar la exploración física por un médico o al tomar fotos con flash.

Inflamación dura, pero sin dolor de los ganglios linfáticos.

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